
Escribe: Álvaro Calado, gerente del frente Empleo de Es Hoy
En el Perú, donde el subempleo afecta a casi la mitad de la población económicamente activa, urge innovar en las formas de diseñar e implementar políticas de empleo. Uno de los mecanismos más prometedores es el Pago por Resultados (PpR), una estrategia que condiciona el financiamiento al cumplimiento de metas concretas, alineando incentivos entre financiadores, operadores y usuarios de servicios públicos. En este modelo, el pago al operador del servicio se vincula al logro de resultados, y no al cumplimiento de actividades.
LEA TAMBIÉN: El nuevo rol de las billeteras digitales en las relaciones laborales
¿Por qué apostar por el Pago por Resultados?
Primero, porque permite obtener mejores tasas de inserción laboral en comparación con los modelos tradicionales de capacitación laboral y servicios de empleo en general. Al vincular el financiamiento al logro de resultados —por ejemplo, conseguir y mantener un empleo— se potencia la eficiencia del uso de recursos públicos y privados. En Latinoamérica, esto se vio reflejado en iniciativas como Empléate en Colombia, o los Bonos de Impacto Social en Argentina.
LEA TAMBIÉN: A la caza de responsables solidarios: Otra historia de terror
Más innovación, menos burocracia
Segundo, el PpR promueve la innovación y flexibilidad institucional. Los operadores pueden adaptar sus estrategias para responder a las necesidades reales del mercado laboral, sin estar atados a estructuras burocráticas rígidas. Esto no solo fortalece sus capacidades, sino que también facilita la adaptación a contextos cambiantes como los que impone la transformación digital.
LEA TAMBIÉN: Condiciones iniciales para un sistema de pensiones
Colaboración multisectorial y transparencia
Tercero, el enfoque de resultados incentiva la articulación de actores —públicos y privados— y la diversificación de riesgos. Empresas, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil tienen roles definidos, como pagadores, proveedores, agentes verificadores o financiadores, promoviendo una gobernanza compartida y transparente.
Finalmente, el mecanismo permite generar evidencia y aprendizaje. A través de sistemas de verificación independientes, se asegura la calidad de los datos y se construye una base sólida para escalar o replicar los modelos más exitosos.
LEA TAMBIÉN: La deuda pendiente del seguro en Perú: crecer en un país subasegurado
A nivel internacional, el modelo de PpR ha demostrado ser más que un experimento: es una prueba de que los servicios de empleo pueden ser más efectivos, sostenibles y centrados en el impacto. Se trata de complementar las intervenciones de política pública tradicional con herramientas más inteligentes, eficaces y orientadas al cambio real en la vida de las personas. Apostar por mecanismos de PpR en servicios de empleo no solo es deseable, es urgente para tener una propuesta de valor clara y generar mayor eficiencia, transparencia e impacto social.
Desde Es Hoy, con el impulso de BID Lab y de la Cooperación Económica Suiza – SECO, hemos lanzado Elevatech, que articula un ecosistema diverso, compuesto por empresas, la cooperación internacional y entidades de financiamiento como Fondoempleo. Esta articulación contribuye a diversificar los riesgos de la intervención, apalancar fondos adicionales y aprovechar la diversidad de fortalezas institucionales existentes.