
Escribe: Luis Mendiola, profesor de los Programas de Finanzas de ESAN Graduate School of Business
(11 de julio del 2025) El dólar cerró la primera semana de julio en S/ 3.55. Es el nivel más bajo desde el 2022 y refleja una apreciación del sol superior al 5.6 % desde diciembre del año pasado. Este movimiento no se explica por una transformación interna, sino por factores externos que han debilitado al dólar en lo que va del año. La pérdida de valor del dólar, cercana al 10 % según el índice DXY, responde al deterioro de las expectativas fiscales en Estados Unidos y a la entrada en vigencia de una política comercial más agresiva, que incluye nuevos aranceles desde el 1 de agosto.
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Oro al alza, otros metales con dudas
En paralelo, los precios del oro subieron casi 28 % en lo que va del año, impulsados por la demanda de activos refugio. El cobre también ha subido, en parte por la reactivación de manufactura en China, aunque persisten dudas sobre su sostenibilidad tras los anuncios arancelarios de EE. UU., que afectan directamente a los metales industriales. La combinación de estos factores ha favorecido a monedas emergentes con fundamentos relativamente sólidos.
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En el frente interno, el BCR mantiene la inflación dentro del rango meta (1.69 %), las reservas internacionales alcanzan el 28 % del PBI y la tasa de interés interbancaria está alineada con la estadounidense, y ha mostrado una posición cauta en el mercado cambiario. El resultado ha sido una apreciación ordenada del sol, sin episodios de volatilidad.
Fed sin claridad y el dólar global bajo presión
Pero este entorno también tiene límites. La Reserva Federal aún no ha definido una posición clara sobre un recorte de tasas. Las últimas minutas revelan dudas entre sus miembros y, aunque algunos analistas aún proyectan un ajuste en septiembre, no hay consenso. Al mismo tiempo, el papel del dólar como reserva global empieza a ser cuestionado con más frecuencia, en un contexto de desglobalización, tensiones comerciales y fragmentación financiera.
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Tres escenarios para agosto
En ese marco, conviene construir escenarios antes que proyectar una cifra única. Agosto se presenta con al menos tres trayectorias plausibles:
Escenario base (S/ 3.54 – S/ 3.58) No hay recorte en agosto, pero la Fed mantiene abierta la puerta para septiembre. El mercado ya absorbió los efectos del paquete arancelario, y el cobre sigue operando con cierta estabilidad. El sol se mantiene en su nivel actual, sin presiones relevantes. El BCR no interviene.
Escenario apreciativo (S/ 3.50 – S/ 3.54) La Fed da señales concretas de recorte, y los flujos defensivos hacia mercados emergentes ganan fuerza. El sol se aprecia un poco más, sostenido por el diferencial de riesgo y la estabilidad local. Se acerca a S/ 3.50, sin intervención.
Escenario de rebote (S/ 3.58 – S/ 3.64) Un dato fuerte en EE. UU. o una lectura más agresiva de la política monetaria futura revierte la presión sobre el dólar. Además, si el ruido electoral en Perú aumenta, podrían registrarse salidas de capital. El sol se deprecia moderadamente. El BCR evalúa intervenir si el movimiento es brusco.
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El equilibrio es frágil
No es claro cuánto durará este tramo de estabilidad. El tipo de cambio ha respondido a un contexto externo que puede modificarse rápido. No hay indicios de una crisis, pero tampoco hay señales de que este nivel sea estructural. El equilibrio actual no está garantizado, y dependerá tanto de lo que ocurra en Washington como de lo que se diga en Lima.