
Vivir más de un siglo ya no parece tan raro en el Perú. De hecho, hay 1,755 personas mayores de 100 años que siguen sumando días con fuerza y dignidad, muchas de ellas en zonas rurales y de escasos recursos. Todos forman parte de Pensión 65, el programa estatal que los acompaña en la etapa más vulnerable de sus vidas.
Cajamarca es la región con más centenarios registrados: 193 en total, seguida de Ayacucho, Apurímac, Cusco y Lima. Aunque las cifras pueden parecer solo estadísticas, detrás de cada una hay una historia.
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Como la de Marcelino Abad Tolentino, o “Mashico”, como le dicen en Huánuco. Este hombre, que ya tiene 125 años, es hoy el peruano más longevo conocido.

Dice que el secreto es el aire puro, la comida natural y la tranquilidad de la chacra. Y aunque ya no camina como antes, sigue celebrando su cumpleaños con el pueblo entero.
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Más mujeres, más vida
La mayoría de los que superaron los 100 años son mujeres: 1,273 frente a 482 varones. Ellas han vivido entre ollas, tejidos, cultivos y nietos. Muchas aprendieron a resistir desde niñas y hoy reciben no solo una pensión bimestral, sino también visitas médicas y talleres que las ayudan a mantenerse activas.
En algunas regiones, a través del servicio “Te Acompaño”, estos abuelitos acceden a controles de salud más frecuentes. Y en los talleres de “Saberes productivos”, comparten sus recetas, conocimientos de plantas medicinales y oficios que están en peligro de desaparecer.
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¿Ayuda vivir con apoyo?
Un estudio hecho por investigadores del Instituto de Luxemburgo sugiere que recibir la pensión puede aumentar la esperanza de vida en un año. No por el dinero en sí, sino porque sienten que no están completamente solos.
Quizás por eso, entre tantas cifras duras, la imagen de “Mashico” sonriendo entre flores o la de una señora de Apurímac enseñando a tejer a los niños del colegio, vale más que cualquier estadística.