
Perú está en la carrera por adquirir nuevos aviones de combate para reemplazar sus antiguos MiG-29 y Mirage 2000. Las opciones en competencia son el F-16 (EE.UU.), el Gripen (Suecia) y el Rafale (Francia).
Esta decisión llega en un momento clave en Sudamérica, donde varios países han modernizado sus fuerzas aéreas o mantienen flotas desfasadas.
A continuación, un repaso país por país.
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Argentina
Entre el Thunder chino y el F-16 danés, la Fuerza Aérea de esta nación sigue en compás de espera.
Desde la baja de los Mirage III en 2015, Argentina no cuenta con aviones de combate supersónicos en servicio. Su flota principal está compuesta por IA-63 Pampa (entrenadores armados) y A-4AR Fightinghawk, un modelo ya desactualizado.

En los últimos años, se han evaluado distintas opciones para reemplazarlos: el JF-17 Thunder (China-Pakistán), el F-16 Fighting Falcon (Estados Unidos, vía Dinamarca) y hasta el HAL Tejas (India). Sin embargo, restricciones tecnológicas -como la inclusión de componentes británicos en varios modelos, vetados por el Reino Unido- han frenado los avances.
En 2023, el gobierno argentino anunció la compra de 24 cazas F-16 daneses, pero al cierre de esta nota, la operación aún no se ha concretado.
Bolivia
Aviones ligeros y sin apuro por una modernización aérea.
La Fuerza Aérea Boliviana mantiene una estructura modesta, centrada en defensa interna y control del espacio aéreo.
Utiliza aviones de entrenamiento y ataque ligero como el K-8 Karakorum (China-Pakistán), entregados en 2011. También mantiene en reserva algunos T-33 Shooting Star, un modelo estadounidense de los años 50.

Bolivia no ha manifestado públicamente planes para adquirir cazas de cuarta generación, según la información proporcionado por sus últimos mandatarios, lo cual responde tanto a restricciones presupuestarias como a una baja percepción de amenazas externas.
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Brasil
Gripen sueco: la joya tecnológica del aire sudamericano.
Brasil es el único país de Sudamérica con un programa activo de adquisición de cazas de última generación.
En 2014 firmó un acuerdo con Saab para la compra de 36 aviones Gripen E/F, con transferencia de tecnología y ensamblaje parcial en el país.

A partir de 2021 comenzaron las entregas, y ya hay unidades operativas en la Fuerza Aérea Brasileña (FAB).
Los Gripen reemplazan a los F-5EM y AMX A-1M, ambos en proceso de retiro. Esta alianza con Suecia posiciona a Brasil como el líder regional en capacidad aérea, con aviones de combate multifuncionales, modernos y ensamblados localmente.
Chile
F-16 modernizados y una de las fuerzas aéreas más potentes del continente.
Chile cuenta con una flota de 46 aviones F-16 Fighting Falcon, distribuidos entre modelos nuevos adquiridos directamente a EE.UU. y unidades usadas compradas a los Países Bajos.
Estos aviones han sido modernizados con aviónica avanzada y sistemas de guerra electrónica, lo que los convierte en una de las plataformas más capaces del continente.

La Fuerza Aérea de Chile también opera algunos A-29 Super Tucano para misiones de patrullaje y entrenamiento.
Sin anunciar nuevas adquisiciones por el momento, mantiene una flota moderna, equilibrada y con capacidad disuasiva comprobada.
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Colombia
Kfir en retirada y negociaciones abiertas por aviones de cuarta generación
Colombia opera actualmente una flota de aviones Kfir C-10/C-12 de origen israelí, adquiridos en la década del 80 y modernizados en los 2000. Sin embargo, estos modelos se encuentran al final de su vida útil.

El presidente colombiano Gustavo Petro anunció hace poco la compra de aviones Gripen E/F, pero sin especificar la cantidad.
Ecuador
Cheetah sudafricanos en servicio limitado, con miras inciertas
La Fuerza Aérea Ecuatoriana opera una pequeña cantidad de cazas Atlas Cheetah, una versión sudafricana modernizada del Mirage III.
Estos aviones fueron adquiridos en 2009 como reemplazo de los Mirage F1. Aunque cumplen funciones básicas de defensa aérea, su capacidad está lejos de los estándares actuales. Además, Ecuador ha tenido dificultades logísticas para mantenerlos operativos.

El país también opera aviones A-29 Super Tucano y Cessna A-37 para tareas de apoyo, pero no ha dado señales de iniciar una renovación significativa de sus aviones de combate principales.
Guyana
Sin cazas ni fuerza aérea formal, depende del patrullaje básico
Guyana no cuenta con una Fuerza Aérea de combate ni aviones de caza. Su capacidad aérea se limita a helicópteros utilitarios y aviones ligeros para misiones de transporte y patrullaje en su territorio.
La Fuerza de Defensa de Guyana (GDF) cuenta con un pequeño número de aeronaves de observación y vigilancia, pero estas no están equipadas para confrontar amenazas aéreas mayores.
Dado su tamaño geográfico reducido y la falta de amenazas externas inmediatas, el país no ha demostrado interés en adquirir cazas de combate en el corto plazo.
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Paraguay
Sin aviones de combate y sin urgencias estratégicas
Paraguay no dispone de aviones de combate, limitándose a una capacidad aérea de apoyo con aeronaves ligeras.
Su Fuerza Aérea opera algunos aviones EMB-312 Tucano de fabricación brasileña, que cumplen funciones de entrenamiento y misiones de ataque ligero.

A pesar de contar con una ubicación estratégica en el centro de Sudamérica, Paraguay no ha priorizado la adquisición de cazas, ya que la percepción de amenazas externas es baja. Además, los limitados recursos económicos del país no permiten grandes inversiones en defensa aérea avanzada.
Surinam
Presencia aérea simbólica, sin flota de combate
No cuenta con aviones de combate. Solo dispone de aeronaves ligeras para tareas de apoyo.
Uruguay
Con A-37B en las últimas, busca renovar su defensa aérea
La Fuerza Aérea Uruguaya opera una flota antigua, con aviones A-37B Dragonfly, adquiridos en los años 70. Estos aviones de ataque ligero, aunque aún funcionales, están lejos de ser adecuados para enfrentar amenazas modernas.

En 2020, Uruguay inició un proceso para renovar sus capacidades aéreas, pero hasta el momento no ha concretado la compra de aviones de combate de nueva generación.
A pesar de las limitaciones presupuestarias, el país ha explorado opciones como el Super Tucano brasileño o el F-16. La falta de una amenaza inmediata y la escasez de recursos han demorado esta renovación.
Venezuela
Sukhoi rusos con potencia, pero limitados por sanciones y mantenimiento
Venezuela posee una de las flotas más poderosas de Sudamérica en términos de aviones de combate, con los Sukhoi Su-30MK2 de origen ruso, adquiridos entre 2006 y 2012.

Estos cazas son considerados de última generación y poseen una gran capacidad de maniobra y armamento. Sin embargo, las dificultades económicas internas, las sanciones internacionales y la falta de mantenimiento adecuado han afectado la operatividad de la flota.
Además, Venezuela también cuenta con aeronaves de ataque ligero como los A-29 Super Tucano, pero su capacidad de defensa aérea está comprometida por los problemas logísticos y financieros que enfrenta el país.
La situación política y económica también ha generado dudas sobre la sostenibilidad de su poder aéreo en el futuro cercano.
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Mientras Perú evalúa entre los cazas estadounidenses, suecos y franceses para dar el salto tecnológico que su Fuerza Aérea necesita, el panorama sudamericano muestra una región con países que buscan modernizarse, otros que han logrado avances significativos, y algunos cuya capacidad aérea se mantiene rezagada por motivos económicos o políticos.