
Navidad y Año Nuevo suelen presentarse como sinónimos de celebración y encuentros familiares. Sin embargo, para un número creciente de personas, estas fechas representan uno de los periodos de mayor carga emocional del año. El Seguro Social de Salud (EsSalud) alertó que en diciembre se registra un incremento de cuadros de tristeza profunda, ansiedad y depresión, impulsados por factores personales, sociales y económicos que se intensifican en este mes.
La doctora Martha Crosby, especialista en salud mental de EsSalud, señala que uno de los principales desencadenantes es la pérdida de un familiar. “Diciembre suele llegar con una silla vacía en casa. La pérdida de un ser querido, sobre todo reciente, genera una mezcla de nostalgia y dolor que puede derivar en depresión”, explicó.
A este factor se suma la presión económica. Las dificultades para asumir gastos asociados a las celebraciones pueden generar frustración, culpa o sensación de fracaso frente a expectativas sociales y familiares, una carga que recae con mayor fuerza en madres y padres de familia.
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Impacto en niños, adolescentes y varones
Según la especialista, los niños y adolescentes que han perdido a sus padres o cuidadores enfrentan con mayor intensidad el contraste entre el ambiente festivo y la ausencia de sus figuras de apoyo, lo que incrementa sentimientos de soledad, angustia y desamparo.
En el caso de los adultos, EsSalud identifica una mayor incidencia de depresión de fin de año en varones. Crosby explica que muchos hombres tienden a ocultar la tristeza detrás de una aparente fortaleza emocional. “Muchos varones reprimen sus emociones porque sienten que no deben verse débiles. Esto retrasa la búsqueda de ayuda y agrava el cuadro”, advirtió.

Señales que no deben ignorarse
De acuerdo con EsSalud, es importante reconocer ciertos cambios que pueden indicar la presencia de un cuadro depresivo. Entre ellos se encuentran:
- Aislamiento progresivo.
- Pérdida de interés por actividades que antes generaban disfrute.
- Expresiones de desvalorización personal.
- Alteraciones del sueño o del apetito.
- Irritabilidad constante.
- Llanto frecuente.
- Dificultades para concentrarse.
- Comentarios recurrentes sobre la muerte o ideas de no querer estar.
La institución subraya que estas señales no deben normalizarse ni minimizarse, sobre todo cuando persisten o se intensifican durante las fiestas de fin de año.
Recomendaciones y atención disponible
Entre las principales recomendaciones, la especialista sugiere hablar con personas de confianza, permitirse expresar las emociones sin culpa y acompañar con empatía a quienes atraviesan momentos de tristeza, evitando frases que invaliden su experiencia.
Cuando los síntomas afectan la vida diaria o se prolongan en el tiempo, EsSalud exhorta a buscar atención profesional. La institución cuenta con servicios de salud mental en centros de atención primaria y hospitales a nivel nacional, donde se brinda orientación, acompañamiento y tratamiento especializado.
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En línea con las políticas impulsadas por el presidente ejecutivo de EsSalud, Segundo Acho Mego, la entidad ha reforzado sus servicios de salud mental, priorizando la detección temprana y la atención integral de los asegurados. “Cuidar la salud mental es tan importante como cuidar la salud física. No están solos, EsSalud está para acompañarlos”, remarcó la doctora Crosby.








