
Cumplir con las metas requiere de algunos sacrificios. Pero, qué es aquello que no debe ponerse en juego ni pasar por agua tibia. Los turnos de trabajo prolongados, pocas horas de sueño y el sedentarismo aumentan significativamente el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca. El cuadro es más complicado si se suma la obesidad, el tabaquismo, la diabetes o los antecedentes familiares.
Germán Rodríguez, cardiólogo de la Clínica Stella Maris, comenta que las enfermedades del corazón más frecuentes para los trabajadores expuestos a altos niveles de estrés o con una alimentación poco saludable son:
- La hipertensión arterial,
- la enfermedad coronaria (que puede provocar angina e infartos),
- las arritmias y
- la insuficiencia cardíaca.
“El estrés crónico eleva la presión arterial y favorece la inflamación de los vasos sanguíneos, mientras que una dieta rica en grasas saturadas, sal y ultraprocesados acelera la acumulación de colesterol en las arterias, aumentando el riesgo de eventos cardiovasculares”, señala.
“Esta combinación [estrés y mala alimentación] hace que el corazón trabaje bajo mayor presión, aumentando el riesgo de infartos y otros problemas cardiovasculares a edades más tempranas”, alertó el especialista.
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Si hay historia de infartos, hipertensión o diabetes en la familia, el riesgo es mayor. La edad (más de 45 años en hombres y 55 en mujeres) también aumenta la probabilidad.
Signos de alarma
El médico de Stella Maris detalló cuáles son los síntomas de alarma: dolor o presión en el pecho, fatiga inusual, falta de aire al esfuerzo, palpitaciones y mareos.
“Estos signos no deben ignorarse, incluso si desaparecen al descansar”, advierte.
En esa línea, recomendó que los trabajadores con alto estrés deben realizarse exámenes como: electrocardiograma, un ecocardiograma, análisis de sangre (perfil lipídico y glucosa), prueba de esfuerzo y toma regular de presión arterial.
“Estas permiten detectar problemas incluso antes de que aparezcan síntomas”, resalta Rodríguez.
Hábitos en el estilo de vida
Para proteger el corazón en entornos laborales, se pueden adoptar hábitos saludables:
- Llevar una alimentación balanceada rica en frutas, verduras y cereales integrales; pescado, legumbres, aceite de oliva y frutos secos
- mantenerse hidratado;
- evitar el exceso de café, frituras, comidas rápidas y carne procesada;
- y realizar pausas activas para reducir el estrés.
“En cuanto a la actividad física, se recomienda al menos 30 minutos diarios de ejercicio moderado, como caminar a paso ligero, subir escaleras o andar en bicicleta. También son útiles las rutinas de estiramiento y ejercicios de respiración durante la jornada, que ayudan a contrarrestar el sedentarismo y mejorar la circulación”, precisó el médico cardiólogo.
Erika Echegaray, jefa de Bienestar de Rimac, advierte que el estrés laboral tiene una serie de consecuencias físicas, emocionales y cognitivas que afectan en general el bienestar de las personas. “De por sí, no genera enfermedades de manera directa, pero aumenta el riesgo de padecerlas cuando no se cuenta con estrategias para sobrellevarlo. El estrés crónico, no controlado, genera hábitos no saludables como una mala alimentación, lo cual sumado a factores de riesgo, afectan de manera directa la salud aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares”.
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La OMS, por ejemplo, recomienda:
Actividad aeróbica
• 150 a 300 minutos semanales de actividad física moderada (como caminar rápido, bailar, jardinería activa).
• O bien 75 a 150 minutos semanales de actividad física vigorosa (como correr, nadar rápido, ciclismo intenso).
• También se puede hacer una combinación equivalente de ambas intensidades.
Fortalecimiento muscular
• 2 o más días por semana, ejercicios de fuerza que trabajen todos los grupos musculares principales (piernas, caderas, espalda, abdomen, pecho, hombros, brazos).
Reducción del sedentarismo
• Limitar el tiempo sentado o en actividades de bajo gasto energético.
• Incorporar pausas activas durante el día laboral.
Asimismo, el consumo de tabaco y similares está totalmente contraindicado.
“Es importante consultar con el médico tratante antes de cualquier inicio de actividad física o régimen alimenticio”, comenta Echegaray.
El rol del sueño
El sueño es importante para la salud del corazón porque durante el descanso el organismo regula la presión arterial, la frecuencia cardíaca y las hormonas relacionadas con el estrés.
“Dormir menos de 6 horas por noche interrumpe estos procesos y aumenta el riesgo de hipertensión, arritmias y enfermedades coronarias. Un sueño reparador de 7 a 8 horas diarias ayuda a proteger el sistema cardiovascular y a mantener el equilibrio metabólico”, subraya el médico Rodríguez.
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¿Cuál debe ser mi presión arterial y mis niveles ideales de colesterol?
- La presión debe mantenerse en promedio en 120/80 mmHg o menos.
- El colesterol LDL (malo) debe estar por debajo de 100 mg/dl, y el colesterol HDL (bueno) debe estar por encima de 40 mg/dl en hombres y 50 mg/dl en mujeres.
Si trabaja bajo altos niveles de estrés, lo recomendable es realizarte una evaluación cardíaca completa al menos una vez al año, incluso si no presentas síntomas. Sin embargo, -indica Rodríguez- si tienes factores de riesgo adicionales como hipertensión, diabetes, colesterol alto, tabaquismo o antecedentes familiares, los controles deberían ser más frecuentes según la indicación del cardiólogo.

¿Cómo actuar si se presentan signos de alerta de un ataque cardíaco?
Si aparece dolor fuerte en el pecho, que puede irradiarse al brazo izquierdo, mandíbula o espalda, acompañado de sudor frío o dificultad para respirar, hay que acudir de inmediato a emergencias. No automedicarse ni esperar a que pase.
Erika Echegaray, de Rimac, suma al dolor de pecho, el cansancio, dificultad para respirar, dolor de cabeza, zumbido de oídos, sudoración excesiva, palpitaciones.
En esa línea, dijo que es importante que los colaboradores sean evaluados de forma anual con un chequeo preventivo para identificar posibles factores de riesgo o signos de alarma. “Si ya se tiene una patología cardiovascular, la periodicidad del chequeo dependerá del médico tratante”.
Dato
Este 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón.