Desde el Congreso se busca modificar las reglas de juego para la inscripción de un partido político en las elecciones. Mediante un proyecto de ley, se busca extender al 10% las firmas adherentes que se requieren para que agrupación se inscriba ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Al respecto, el especialista en temas electorales José Naupari, comenta que la “valla” actual del 3% se reintrodujo con la Ley 31981, por lo que las organizaciones requieren de 531,412 firmas adherentes para participar en las contiendas electorales.
El texto presentado por Wilson Soto Palacios (PL 10338/2024-CR) sostiene que el umbral del 3% en vez de restringir la participación “facilitó la creación de partidos políticos, lo que ha derivado en un notable incremento de estas organizaciones para las Elecciones Generales y Municipales del 2026″.
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Más firmas adherentes para inscripción de un partido: ¿por qué ayudaría en las elecciones?
Dicha “apertura democrática”, según la propuesta de Acción Popular, implica retos para los comicios por una oferta “excesivamente fragmentada” para las elecciones.
Al respecto, el especialista en temas electorales y exministro de Justicia, José Tello, indicó a Gestión que el proyecto de ley apunta a hacer más restrictiva la participación de partidos políticos en las elecciones. Añadió que tras una serie de reformas, a la fecha, dichos partidos políticos necesitan el 0.1% del total de padrón de la última elección general como afiliados y un 3%, como firmas adherentes del total de electores que sufragaron.
“Si el padrón electoral tendría 27 millones de personas se necesitarían 27,000 afiliados de un partido político y si del padrón votaran 20 millones, se necesitarán 600,000 firmas adherentes; pero con el 10% propuesto se necesitarían 2 millones de firmas adherentes”, relató.
Tello considera que la ratio de 10% de firmas adherentes apunta a delimitar la oferta electoral y cierra la puerta a nuevos partidos políticos. Además, recomienda aplicar medidas más pertinentes para las próximas elecciones. Por ejemplo, permitir que los partidos que no se presenten o se retiren de la contienda por una sola vez sin perder su inscripción, como sucedió en 2016. Resaltó que el Congreso puede apostar por este “salvataje” hasta antes del 12 de abril.
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“El sentido de un partido político es que sea duradero en el tiempo. Los partidos deben existir no importa el número que fuese porque forman parte de la sociedad civil, pero debe haber una valla rigurosa para los que desean participar. Aquellos que no pasen la valla que pierdan la inscripción, por ejemplo”, acotó.
El Jurado Nacional de Elecciones estima la participación de 50 partidos y 12,000 candidatos para la contienda del 2026. Foto: difusión GEC
Más votos adherentes, ¿garantiza una mejora en las elecciones generales?
“Dicho requisito (el porcentaje de firmas adherentes) no sirve porque no es que se generará una vinculación con el partido político que solicita la inscripción. El afiliado es un miembro militante. Totalmente distinto a los adherentes”, comentó Naupari a Gestión.
El experto señala que con la sola firma el ciudadano puede ayudar a que diversos partidos puedan competir en las elecciones. “En cinco días seguidos puedo firmar los planillones (adherentes) para que se inscriban diferentes organizaciones. Si cada partido presenta mi firma y logra su inscripción el ‘partido B’ que firmé hace meses, mi firma valdrá. La adherencia desaparece tras la inscripción”, recalcó.
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Naupari añade que si realmente se quieren generar mayor representatividad y vinculación entre la ciudadanía y el partido político, se debe exigir que los Comités Partidarios estén en funcionamiento permanente incluso tras la inscripción. En caso no lo hagan se deberá suspenderlos.
“Que tengas 1% o 2% de firmas adherentes no sirve para nada salvo que crees una fábrica de firmas que ayude a la gente a que inscriba sus partidos. En realidad (el porcentaje de firmas) es una barrera burocrática que limita la competencia y renovación en política. Dicen que busca combatir que hayan muchos partidos políticos pero no es la vía idónea”, soslayó.
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