
Luego que Perú rompiera relaciones diplomáticas con México, la incertidumbre se apoderó de muchas personas que tienen planes de viajar o realizar algún tipo de actividad en el país azteca.
La Embajada de México en Lima suspendió la atención al público, dejando a muchos ciudadanos sin respuesta a sus trámites.
Entre las personas afectadas están los que tienen viajes programados por estudios, trabajo o turismo, quienes temen perder vuelos y reservas, así como dinero invertido.
LEA TAMBIÉN: La respuesta de México ante la decisión de Perú de romper relaciones diplomáticas
¿Qué hacer en este escenario?
Miguel Rodríguez Mackay, internacionalista y excanciller, señaló que la ruptura afecta únicamente la relación política, ejercida por los embajadores, pero deja vigente la relación consular, la cual es esencial para las gestiones administrativas de ciudadanos tanto peruanos como mexicanos.
“Ese nivel consular, que es objeto también de un tratado como la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, busca ponerle ese nivel de equilibrio a lo que pueda pasar en el marco político que ha desaparecido”, añadió.
Precisó que la relación consular permite que los trámites y protecciones para ciudadanos no se detengan completamente, pero sí se vean obstaculizados y ralentizados debido al contexto.
Asimismo, remarcó que las relaciones diplomáticas manejan el vínculo político entre estados, mientras que las consulares gestionan trámites ciudadanos, visas, documentación y asistencia legal, especialmente en situaciones de residencia, estudio o viaje. Esto último no se pierde.
“La misión va a tener que seguir atendiendo los casos de los nacionales de uno y otro lado para que puedan fluir. Eso no se detiene, pero sí se aletarga. Se vuelve más lento”, remarcó.
LEA TAMBIÉN: Perú pone fin a relaciones diplomáticas con México: implicancias políticas y comerciales
¿Quién verá ahora estos trámites ante el cierre de la embajada mexicana?
Pese al cierre de las embajadas en sus funciones diplomáticas, Rodríguez Mackay mencionó que la sección consular permanece activa. La atención por parte de las secciones consulares continuará, aunque de manera menos ágil que antes.
“La misión consular significa que hay un jefe de emisión que es el cónsul general del Estado en ese país. En el caso peruano, nuestros cónsules son, de acuerdo con ley peruana, miembros diplomáticos de carrera. O sea, nadie puede ser cónsul general de la del Perú sin ser diplomático de carrera. Los cónsules agarrarían estos trámites de visados y otros trámites administrativos con ciudadanos peruanos”, acotó.
LEA TAMBIÉN: Sheinbaum critica ruptura de relaciones diplomáticas con Perú: “Está fuera de toda proporción”
Migraciones y acceso al país
El excanciller recordó que, respecto al ingreso físico a México, la posesión de visa no garantiza el acceso automático al territorio y la decisión final recae en el agente de migraciones que evalúa el caso en frontera.
Sin embargo, aclaró que, aunque la prerrogativa de aceptar o rechazar el ingreso es del Estado, la tensión bilateral no debería influir directamente en la decisión migratoria.
Por ello, las tensiones diplomáticas no tendrían por sí solos efectos inmediatos sobre la admisión o rechazo de viajeros comunes, por lo que estaría sujeto a criterios de cada agente y contexto nacional.
“Aun cuando el ingreso es una prerrogativa del Estado, mal harían (prohibir el ingreso de peruanos por las tensiones diplomáticas) porque no crean lo que se llama una buena vecindad”, mencionó.









