
A partir del 1 de junio, el Perú contará oficialmente con un nuevo aeropuerto internacional Jorge Chávez, y Talma Servicios Aeroportuarios —uno de los actores clave del ecosistema aeroportuario— marcará el inicio de esta nueva era con una base operativa completamente nueva. La inversión, cercana a los US$ 30 millones, incluye tanto infraestructura como equipamiento de última generación para atender desde equipajes y pasajeros hasta operaciones de carga y servicios en pista.
Arturo Cassinelli, gerente general corporativo de Talma, señaló que con la nueva infraestructura la empresa prácticamente duplica su capacidad operativa. A su vez, destacó que el nuevo aeropuerto representa una oportunidad de crecimiento para toda la comunidad aeronáutica.
“El desafío es el de todos los skateholders. Este año debemos estar cerrando con 25 millones de pasajeros. No obstante, el nuevo aeropuerto tendrá una capacidad de 37 millones de pasajeros. Este crecimiento está en manos del resto de operadores”, señaló.
Cassinelli añadió que la nueva base operativa de Talma permitirá a la compañía atender con eficiencia los 250 vuelos diarios que gestiona en promedio.
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El reto de la mudanza exprés
La operación de transición será crítica: el sábado 1 de junio a la 1 a.m. cesan las actividades del aeropuerto actual. En ese momento, Talma y los demás operadores iniciarán una mudanza contrarreloj hacia el nuevo terminal.
“Tenemos 12 horas para trasladar la operación completa, incluyendo 60 aviones, que deben moverse vacíos al nuevo aeropuerto. A la 1 p.m. todo debe estar operativo nuevamente”, explicó Cassinelli.
El reto no se limita a mover equipos. Durante las primeras 24 horas, Talma gestionará cerca de 400 mil kilos de carga y coordinará el flujo de maletas de pasajeros en tránsito. “El Perú no puede detener sus exportaciones ni el turismo”, subrayó.

Para reducir cualquier margen de error, la empresa ha invertido 26 mil horas en capacitación y ejecutado más de 3 mil pruebas de procesos. “Todo está pensado para que el día 1 no tengamos problemas operativos. Probablemente surjan situaciones menores que iremos ajustando, como en cualquier mudanza, pero estamos listos”, afirma.
“Estamos conformes”
Aunque otras entidades, como Migraciones o Dirandro, han señalado dificultades en la distribución de espacios del nuevo terminal, Talma no comparte esa visión.
“Estamos bastante conformes con la infraestructura. Es tecnología de punta y, en nuestra experiencia, no hemos tenido mayores percances con el concesionario. Como en toda implementación, siempre hay aspectos por afinar, pero creo que tenemos un excelente equipo para resolver las oportunidades de mejora”, indica.
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Sobre los problemas detectados inicialmente con el sistema de maletas, Cassinelli confirma que “sí hubo algunos inconvenientes” pero que gracias a la marcha blanca con cuatro aerolíneas, se lograron resolver. Aun así, reconoce que el gran reto será el 1 de junio, cuando la operación esté al 100%.
¿Hub regional?
Consultado sobre la posibilidad de que Lima se consolide como un hub regional frente a competidores como Bogotá, Cassinelli fue claro en cuanto a cifras actuales. “El Dorado viene creciendo fuerte. En 2019 manejaba 31 millones de pasajeros y en 2023 alcanzó los 42 millones. Nosotros proyectamos cerrar este año con 25 millones. El potencial está, pero se necesita compromiso de todos los actores: aerolíneas, autoridades y promotores del turismo”, puntualizó.