
El café peruano ya no es solo un producto de exportación. Cada vez más, las cafeterías locales se convierten en espacios de encuentro, formación y negocios que apuntan a consolidar una verdadera cultura cafetera.
Este 22 de agosto, en el marco del Día del Café Peruano, tres voces trazan un panorama en el que las proyecciones se imponen sobre las dudas.
El mercado del café peruano se encuentra en una trayectoria de crecimiento sostenido. Según la consultora 6Wresearch, se espera que entre 2025 y 2029 la industria crezca a tasas variables, comenzando con un 5.55% este año, elevándose hasta un 7.03% en 2027 y moderándose a 4.80.% en 2029.
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Profesionalizar la experiencia
Michael Barriga, director de la Escuela Peruana del Café, sostiene que el futuro del sector depende de la formación técnica y la especialización:
“El consumo interno está creciendo, pero no al ritmo que necesitamos. Hoy, la gran tarea es profesionalizar la cadena, desde el barista hasta el catador, porque la experiencia en la cafetería debe estar respaldada por conocimiento”, dijo Barriga a Gestión.
Barriga advierte que el país aún arrastra un rezago en la creación de un ecosistema sólido, pero se muestra optimista:
“Estamos viviendo una transición. El café peruano ya no solo compite afuera, también busca consolidarse en el mercado local con cafeterías que apuesten por calidad y diferenciación. Una cafetería bien gestionada puede recuperar su inversión en dos a tres años, mientras que una improvisada no sobrevive al primer año”, añadió.
El especialista advierte que la falta de mano de obra especializada es uno de los cuellos de botella más graves:
“Hoy calculamos que apenas un 15% de las cafeterías en Lima cuentan con baristas certificados. En provincias la cifra es menor, y eso limita el crecimiento del sector”.

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Los consumidores cambian, las cafeterías también
Oscar Medina, CEO de Coffee Busters, explica que las cafeterías han dejado de ser solo un lugar de paso para convertirse en espacios de identidad y estilo de vida.
“El consumidor peruano está dispuesto a pagar más por un café de especialidad. Lo que busca no es solo la bebida, sino la experiencia: un ambiente acogedor, un servicio especializado y la historia detrás de cada taza. Hoy el ticket promedio en cafeterías de especialidad bordea los S/ 18 a S/ 20, cuando hace 10 años era de apenas 8. Eso significa que hay una disposición a pagar más por calidad”, explica Medina.
Además, destaca que incluso la pandemia fue un punto de inflexión:
“Nosotros, en plena crisis nos lanzamos con la cafetería y la respuesta nos sorprendió: la gente quería apoyar al café peruano y descubrir nuevas propuestas. Hoy proyectamos expandirnos porque el mercado lo está permitiendo”, agregó.
Medina sostiene que Lima concentra casi el 70% de las cafeterías de especialidad. “Pero ciudades como Arequipa, Cusco, Trujillo y Piura tienen un potencial enorme. Allí está la próxima expansión”.

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Retos estructurales, pero un potencial enorme
Desde la Cámara Peruana del Café y Cacao, se subraya la necesidad de enfrentar desafíos como la baja productividad y la falta de financiamiento al productor. Sin embargo, la mirada también es hacia adelante:
“El Perú tiene todas las condiciones para convertirse en una potencia cafetera, pero debemos articular mejor al productor con el mercado interno. Las cafeterías son la vitrina más cercana para lograrlo. Hoy apenas el 6% de nuestra producción total se queda en el país. El resto se exporta. Y mientras no aumentemos el consumo local, el sector será muy dependiente de la volatilidad internacional”, detallan.
El gremio también pone sobre la mesa una cifra clave: el consumo interno apenas bordea el 1.2 kilos per cápita al año, muy por debajo de países vecinos.
“Ese es el gran espacio de crecimiento. Si logramos duplicar el consumo interno en los próximos años, las cafeterías serán las principales beneficiarias. Si logramos llegar a 1.5 kilos por persona, hablaríamos de un mercado interno de más de 50 mil toneladas anuales, lo que significaría ingresos adicionales de hasta US$ 300 millones para la cadena de valor”, explican.
“En un contexto donde Brasil y Colombia enfrentan problemas climáticos, el Perú tiene la oportunidad de posicionarse como un proveedor alternativo. Pero eso exige también consolidar el mercado interno para dar estabilidad”, consideró el gremio.

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Los líderes en exportación
Cajamarca, Junín, Amazonas y Lambayeque lideran las exportaciones del café peruano, pero el sector aún está lejos de recuperarse.
Entre enero y junio, las exportaciones de café sumaron US$ 303 millones, un crecimiento del 15.8% frente al primer semestre del 2024, según datos de ComexPerú.
Sin embargo, la mayoría del incremento se explicaría por un efecto favorable de los precios, porque las toneladas enviadas al exterior disminuyeron en 40.4%.
El repunte en precios se explica por factores externos como la sequía en Vietnam y la limitada oferta en Brasil, dos gigantes cafeteros. Pese a ello, el sector aún está lejos de su mejor momento: en 2024, las exportaciones fueron de US$ 1,102 millones, cifra que quedó un 31% por debajo del récord de US$ 1,597 millones en 2011. En la última década, solo Cajamarca y Amazonas lograron superar sus máximos históricos, destacando Cajamarca con US$ 524 millones en 2024, casi el doble de lo registrado en 2011.
En cuanto a mercados, Estados Unidos continúa siendo el principal destino del café peruano, con US$ 311 millones en 2024, aunque aún 16.6% por debajo de su mejor registro en 2011. Alemania (US$ 217 millones) y Bélgica (US$ 123 millones) redujeron drásticamente sus compras, mientras que Canadá se posicionó como el mercado de mayor crecimiento, con un salto de 41.8% en trece años, hasta los US$ 90 millones. Suiza, con US$ 41 millones, completa el top cinco de compradores.
Un dato alentador es la diversificación empresarial dentro del sector. Entre 2011 y 2024 se incorporaron 177 nuevas compañías exportadoras de café, en su mayoría micro y pequeñas empresas, que ya concentran casi un tercio del valor exportado. Este dinamismo refuerza el papel de las MIPYME en la sostenibilidad del sector, aunque el gran desafío sigue siendo recuperar el volumen de envíos y acercarse a los récords históricos de exportación.
Bajo esa misma línea, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI) señaló que en 2024, el país exportó más de 245 mil toneladas, generando ingresos por US$ 1,100 millones y llegando a 58 mercados internacionales, con Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Canadá y Suecia entre los principales destinos.
“Este cultivo es fuente de empleo para más de 2 millones de personas en toda su cadena productiva y motor de sustento para más de 220 mil familias cafetaleras en 16 regiones, donde se produce café orgánico y de especialidad reconocido a nivel mundial", señaló el citado ministerio.
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Un sector en plena expansión
El camino está abierto: la demanda de experiencias nuevas, la profesionalización en curso y el impulso de productores jóvenes marcarán la próxima etapa.
Michael Barriga sostiene que “en cinco años, el consumidor peruano no solo hablará de marcas extranjeras, sino también de cafeterías locales que se han convertido en referentes de calidad”.
Por su parte, Medina señala que hoy una cafetería en Lima ya no envidia nada a una en Bogotá o Buenos Aires: “El reto es multiplicar esos casos y llegar a más ciudades”.
La Cámara Peruana del Café y Cacao, resalta que si el Estado, la academia y la empresa privada logran articular esfuerzos, el Día del Café Peruano no será solo un homenaje, sino la antesala de un crecimiento sostenido.

Escribo sobre política, economía, defensa y afines. Nueve años contando historias y analizando problemáticas en prensa escrita, radio y televisión.