
El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) aprobó reducir por primera vez el tope o nivel máximo que las instituciones del sistema financiero pueden cobrar en los créditos.
Desde que el Congreso instituyó esta norma en el 2021, el límite a las tasas para el financiamiento en soles se elevó continuamente desde 83.4% en mayo de ese año al actual 115.14%. Pero a partir de noviembre la referida cota será de 113.16% y se basará en la tasa promedio de créditos de consumo de los seis meses previos.
La denominada ley “que protege de la usura a los consumidores de servicios financieros”, fue una de las medidas de supuesto alivio que el anterior Congreso introdujo con el fin de paliar el impacto de la crisis desatada por la pandemia, al propender, según sus autores, a ampliar el acceso al financiamiento a más sectores de la población y reducir los costos crediticios para los deudores.
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Críticas
Empero, gerentes de bancos, cajas municipales y financieras critican la medida porque, contrariamente al objetivo que buscan los legisladores, ha dejado sin acceso a préstamos del sistema financiero a medio millón de personas, sobre todo a jóvenes, trabajadores de menores ingresos e informales.
Argumentan que mientras las entidades financieras puedan cobrar tasas más elevadas, es posible que den acceso a préstamos a individuos que, por su falta de historial bancario o por las características de su empleo, entrañan mayor riesgo crediticio..
Enrique Castellanos, docente de Economía de la Universidad del Pacífico, enfatizó a Gestión que reducir la tasa máxima –que el BCRP debe fijar por la ley del Congreso– llevaría a que algunos bancos ya no ofrezcan financiamiento a segmentos de más riesgo.

Mercado informal
“Hay personas que podrían haber recibido un préstamo a una tasa un poco mayor. Al final, el crédito más caro es aquel que no tienen, porque terminan yendo al mercado informal donde las tasas son mucho más elevadas”, indicó.
Los más perjudicados serán los clientes de préstamos de consumo y tarjetas de crédito, productos que suelen tener tasas por encima del 100% para algunos clientes, sostuvo.
Por su parte, Enrique Díaz, fundador de la consultora MC&F e IFEL, refirió que el ajuste a la baja de la tasa tope no es un reflejo de que el riesgo de los clientes esté bajando.
“El BCR define la tasa máxima con base en los créditos que otorgan las entidades financieras, quizá es una muestra de que las tasas en el sistema están bajando. Pero no necesariamente por un menor riesgo del deudor sino por otros factores macro que también influyen en la determinación del costo de un crédito”, expresó.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.