
Los accionistas de las empresas en la Bolsa de Valores de Lima (BVL) reciben este año una inyección de liquidez inusitada, ¿cómo se explica?
Por un lado, los negocios generan elevadas ganancias en un entorno externo favorable y en ausencia de choques que sobresalten la economía local.
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En ese entorno, las compañías repartieron hasta el 5 de noviembre dividendos por S/ 38,026 millones, la máxima cifra histórica anual, de acuerdo con la plaza bursátil. A casi dos meses de concluir el 2025, superó el pico previo del 2023, cuando las firmas distribuyeron S/ 35, 227 millones.
Generosos beneficios netos labrados por las empresas mineras a base de precios récord de metales, seguidos por el repunte de los resultados del sistema financiero y la recuperación de cementeras, sustentan la suma histórica. Aunque también, la ausencia de proyectos de inversión de gran vuelo en el horizonte de la mayoría de compañías las exime de usar esos excedentes.
“Los factores que explican el incremento de entrega de dividendos, son: (i) mayor generación de flujo de caja libre producto de los altos precios internacionales de los metales; (ii) moderación de los planes de expansión y endeudamiento; y (iii) presión por mantener la confianza del mercado mediante el reparto de utilidades en lugar de acumular liquidez o asumir nuevos pasivos”, señala la BVL.

Cotizaciones
Para los analistas, la raíz del récord de dividendos son las cotizaciones elevadas de los metales y la incertidumbre política, en particular la ocasionada por el proceso electoral a puertas.
Mas empresas están ensanchando sus utilidades por la coyuntura de altos precios del oro, plata y cobre, pues les posibilita mucho excedente de caja que se reparte en dividendos, afirma el head de research de Kallpa SAB, Marco Contreras.
El sector bancario también registra mayores dividendos por menor necesidad de provisiones por riesgo de impago de créditos, lo que favorece sus resultados, complementa.
El presidente de Maximixe, Jorge Chávez, considera que, en mayor o menor medida, todos los sectores se benefician de la bonanza de metales, a tal punto que también lo hacen las economías ilegales. “Nunca ha habido tanto auge en el país con los metales. Todo eso genera un flujo de liquidez que contribuye a un año marcado por las utilidades, pero también por el cortoplacismo en las decisiones”, sostiene.
Así, indica que los planes de inversión se han detenido por la “incertidumbre política que es muy alta y también, la global, por los conflictos geopolíticos y política comercial zigzagueante de EE.UU.”

Las elecciones están afectando desde hoy las decisiones de inversión, menciona y precisa que la inversión privada creció en el primer semestre 8.9% por efecto rebote y por la ejecución de proyectos previamente programados.
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Freno
“En general, hay freno en los planes de inversión y reinversión de todas las empresas, que están revisando a la baja por la mayor incertidumbre política. Hay una tendencia a reducir estos planes”, señala.
Las empresas entregan más dividendos en lugar de invertir esa liquidez en una magnitud no vista en anteriores etapas electorales, porque el marco institucional se ha deteriorado más, con la introducción de reglas de juego que tienden a fraccionar el voto y asegurar que las fuerzas que ya tienen presencia en el Congreso, la mantengan; así como por el debilitamiento del andamiaje legal para combatir las organizaciones criminales, que empiezan a filtrarse en los partidos políticos, menciona Chávez.
“(Las empresas) no van a reinvertir obviamente porque tienen incertidumbre y prefieren plata en mano, liquidez, para después reorientar sus decisiones de inversión o empresariales, después de que sepamos quién es el nuevo presidente”, opina Enrique Díaz, presidente de la consultora MC&F e IFEL.
Las inversiones que se están realizando por parte de las empresas “son las indispensables” para mantener los negocios operando, mientras la ejecución de planes de expansión, aunque puedan ya existir, depende del contexto político, asevera.
Distribución a futuro
La BVL, no obstante, estima que, en adelante, podría haber menores niveles de distribución de dividendos. “A pesar del proceso electoral, los analistas prevén un repunte de la inversión privada, en medio una recuperación económica y una confianza empresarial en terreno optimista, acompañada de menores costos de financiamiento que permitirían la ejecución de nuevos proyectos”, argumenta.
Jorge Espada, managing partner de Valoro Capital, sostiene que existen sectores con crecimiento “anómalo” de utilidades, pero en los que “no hay planes concretos de expansión de las compañías”. Por tanto, a las firmas con ese excedente de caja inesperado, solo les queda destinarlo al pago de deuda, recompra de acciones o a la repartición de beneficios a accionistas, afirma.
Jorge Chávez, de Maximixe, indica que el deterioro institucional repercute en un entorno electoral muy incierto y con probabilidad alta de que algún candidato radical de izquierda o derecha sea ungido, lo que puede detonar conflictos sociales.

Economista periodista. Estudió economía en Pontificia Universidad Católica del Perú. Editor de Finanzas por 10 años.

Economista con trayectoria en periodismo y medios digitales.









