
Las personas están haciendo un mayor uso de la tarjeta de crédito, aunque no en todos los casos como medio de financiamiento.
En tarjetas de crédito, la actividad transaccional continúa creciendo, con un aumento del 15% anual en la facturación, aunque esto no se ha traducido en igual proporción en los saldos, señaló Michela Casassa, CFO de Intercorp Financial Services (IFS).
En Interbank, uno de los principales emisores del dinero plástico, el saldo del financiamiento con el dinero plástico permaneció flat a junio, y creció en 6% interanual a setiembre último.
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“La proporción de clientes que pagan al 100% (directo) aumentó de 22% en el segundo trimestre del 2024 a 30% en el mismo periodo de este año”, indicó la ejecutiva en agosto.
El pago al 100% de los consumos que se realizan con los plásticos, también conocido como full o total, implica que los usuarios cancelan todas sus compras efectuadas con tarjetas antes de la fecha de pago límite. Asi, evitan la carga de intereses usualmente asociada a la modalidad de cancelación en cuotas.
El gerente de planeamiento y finanzas de Financiera Confianza, Victor Blas, corroboró el crecimiento de los pagos a “full” con los plásticos este año, basado en que las personas buscan evitar las altas tasas de interés y cuentan también con más liquidez ante cierta mejora en sus ingresos y la disponibilidad de los recursos de los fondos de AFP y CTS.
Asi, en la medida de sus posibilidades, buscan no financiar sus consumos con tarjetas y más bien tienden a usarlas como medio de pago, dijo.

A su vez, el economista Yang Chang, docente de finanzas de la Universidad de Piura, fundamenta este comportamiento en una mayor cautela de los deudores.
Los consumidores están cuidando mejor sus saldos de endeudamiento, por lo que tratan de no usar la tarjeta como una forma de financiamiento sino como un medio para obtener otros beneficios, indicó.
“Quieren aprovechar las millas, puntos o cashback (devolución de parte de sus compras) que otorga el plástico a los usuarios; pueden llegar a acumular entre 1% y 3% del valor de sus compras”, acotó.
La mayor parte de tarjetas brinda un plazo de entre 30 y 45 días para que el usuario realice compras y pueda pagar sin contabilizar intereses. Si este tiene una buena cultura financiera, puede aprovechar los descuentos o el reembolso de dinero sin incurrir en un gasto adicional.
Blas enfatizó que si el usuario tiene cultura financiera y es ordenado, buscará aprovechar los beneficios de las tarjetas con el “pago directo” y sin necesidad de asumir intereses.
“No es poca cosa el hecho de que se puede aprovechar los beneficios, millas, puntos y cashback que ofrecen las tarjetas”, añadió.Este segmento de clientes se siente cómodo sin pagar intereses, pues realizar un “pago total” no les genera costo financiero, manifestó Chang.
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El financiamiento con tarjeta de crédito en el sistema casi no registró una variación anual al cierre del primer semestre, al decrecer 0.8%, según datos del Banco Central de Reserva (BCR). Al tercer trimestre la recuperación fue aún incipiente, con un aumento de 5.6%.
Otro factor referido por Chang es la moderada recuperación de la economía peruana. “Detrás de las decisiones de endeudamiento de las personas está el avance del PBI; cuando el país mejora, crece el empleo, los salarios y hay menor probabilidad de no pago”, detalló.
“Pero aún no vemos una economía boyante, ni una reactivación generalizada; sin ese escenario, un mal uso podría generar problemas entre los deudores de tarjetas de crédito”, añadió.

En cuotas
Si bien el 30% del consumo con tarjetas se realiza sin tomar financiamiento, la mayor parte (70%) se efectúa con fraccionamiento en cuotas de las compras con plásticos, lo que implica pago de intereses.
“Hay dos subgrupos. Está el cliente premium o signature, que cuenta con beneficios y productos especiales, que si bien realiza consumos con pagos inmediatos, también divide grandes montos, por ejemplo de viajes, en cuotas, detalló Chang, de la Universidad de Piura.
“También está el cliente de segmentos socioeconómicos más bajos, que utiliza la tarjeta para gastos de consumo, compran ropa o cosas a crédito, empiezan a carruselear el dinero y allí es donde empiezan sus problemas”, advirtió.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.








