
Entre los activos alternativos, una subcategoría que hoy parece atractiva es la deuda privada, es decir, crédito de compañías que no cotizan en los mercados públicos (la bolsa de valores), ¿cuál es el tamaño de ese mercado y qué tipo de inversionistas atrae?
Según Sura Investments, la deuda privada es adecuada para perfiles no conservadores y con un horizonte de mediano plazo.
LEA TAMBIÉN: Personas de alto patrimonio duplicarían rentabilidad de su inversión en 2025: ¿cómo lo hacen?
“Normalmente, para el inversionista con un perfil de moderado a dinámico, con un horizonte de inversión de más de tres años, y que posee un patrimonio de más de US$ 100,000, entre un 10% y 30% (de la cartera en deuda privada) son rangos que normalmente se pueden manejar. Ello, sin que sea una recomendación, pero es una referencia general”, sostuvo Ivan Zarate, vicepresidente senior de clientes, asesoría y estrategia de la firma financiera, en el marco del evento “Perspectivas 2026: Más allá de la turbulencia electoral”, organizado por Diario Gestión.
Zárate aclaró además que la mayor parte de inversiones en deuda privada en el país son realizadas por fondos de inversión que han captado dinero no de personas naturales, sino principalmente de inversionistas institucionales como Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) o aseguradoras.

Tamaño del mercado
Respecto al volumen del mercado, el analista refirió que sería de alrededor de US$ 2,000 millones. “Ese sería el capital disponible para invertir en los siguientes años. Eso no quiere decir que todo esté invertido (ya). Y sobre eso información pública no existe”, manifestó.
Además, aseguró que si comparamos el monto ejecutado o comprometido hoy en deuda privada frente a lo que se registraba hace cinco o siete años, “estábamos en menos de la mitad”.
LEA TAMBIÉN: Jóvenes peruanos de alto patrimonio en Perú: el pecado financiero que estarían cometiendo
“Las tasas de interés subieron justo después de la pandemia, y se activó una oportunidad (para la deuda privada). Eso lo han reconocido los gestores de inversión y los inversionistas principalmente institucionales”, afirmó.
“Es un buen momento táctico (para invertir en deuda privada)”, añadió.
Tendencias
Una de las tendencias que observa Zarate en la gestión patrimonial es que el inversionista peruano está adoptando una visión cada vez más global de las inversiones.
“(El inversionista local) se va desacoplando del riesgo Perú. Empieza a conformar portafolios de inversión o invirtiendo en productos o fondos con exposición internacional. Eso era algo que hace cinco o diez años no veías y que además se aceleró con el contexto electoral del 2021”, comentó.
En tal sentido, Zarate recordó que en los últimos comicios generales una gran parte de los recursos de los inversionistas de alto patrimonio salieron del país, hacia estructuras en el exterior, en busca de resguardar sus ahorros.

Industria relativamente joven
La industria de gestión patrimonial en Perú es relativamente joven, en comparación con nuestros pares regionales como Colombia, Chile o México, donde el periodo de acumulación de riqueza ronda en alrededor de 30 años, y el perfil del inversionista que ha podido acumular capital es de personas mayores de 50 años, ya entrando en la etapa de jubilación. Así lo describió Iván Zarate, de Sura Investments.







