
Las cooperativas de ahorro y crédito en Perú siguen un periodo de consolidación en medio de cierres e intervenciones cada vez menos frecuentes de parte de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
En el 2019 culminó el plazo para que las cooperativas –antes de ello, sin supervisión de la SBS– se inscribieran en el registro creado por el regulador, proceso que derivó en una lista de 434 coopac en total.
Tras cinco años, dejaron de operar más de 200 coopac en Perú. La mayoría por estar, en la práctica, inactivas o por no presentar los reportes de estados financieros a la superintendencia. Otras fueron intervenidas por pérdidas de capital e insolvencia. A la fecha, quedan 232 cooperativas.
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Así, este modelo de trabajo con socios -y no con clientes- aún se muestra relativamente pequeño comparado con otras entidades del sistema financiero peruano.
Solo nueve de más de 200 coopac pertenecen al nivel 3 (clasificación de SBS), conformado por las más grandes del sistema cooperativo por superar un umbral de S/ 347 millones en activos (65,000 UIT). Por su parte, las cajas municipales más representativas del mercado local superan los S/ 5,000 millones en activos, mientras que los bancos de mayor participación sobrepasan los S/ 70,000 millones.
¿Qué sucede en Ecuador?
El rol de las cooperativas en Ecuador es similar al de las coopac peruanas pues permiten acercar a los ciudadanos vulnerables a servicios financieros.
No obstante, este esquema inició en el país vecino en el siglo XIX, entre 1879 y 1900, bajo la modalidad de organizaciones gremiales y ahora representa un segmento importante en su sistema financiero.
Es así que, en los últimos 10 años, las cooperativas han logrado triplicar el volumen de créditos otorgados, lo que hoy significa un tercio de todo el sistema y albergan una cartera de casi 7 millones de personas.
Tal es el tamaño que han alcanzado, que recientemente la Asamblea Nacional aprobó una ley de Integridad Pública que contempla la posibilidad de que algunas cooperativas de ahorro y crédito se transformen en bancos a fin de preservar la estabilidad financiera.
Dicha norma fundamenta que, por su tamaño, ciertas coopac pueden considerarse de “importancia sistémica”, es decir, ante un evento adverso podrían provocar un efecto contagio en todo el sistema financiero.
A diciembre del 2024, la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS) tenía registradas 398 cooperativas de ahorro y crédito en Ecuador.
Supervisión
Otro punto relevante en ambos sistemas cooperativos es la razón que empuja a cada regulador a reforzar la supervisión en sus países.
En el caso peruano, la SBS viene ajustando la normativa de las coopac a fin de consolidar el sistema y contar con entidades sólidas y ordenadas que brinden confianza a sus socios.
La SEPS pone énfasis en la supervisión de las coopac ecuatorianas como parte de la prevención de lavado de activos, debido al gran tamaño de algunas. Y señala entre las principales vulnerabilidades de estas instituciones el bajo nivel educativo de los socios, pues 8 de cada 10 no tienen estudios superiores.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.