
El factoring se presenta como una alternativa de crecimiento para los pequeños negocios. Es una operación basada en la venta de facturas por cobrar a una entidad financiera, a cambio de la inyección de liquidez, en el acto. Este anticipo es una de las piedras angulares del mercado, ya que es accesible y brinda condiciones amigables para los emprendimientos.
Muchas pymes tienen modelos de negocio rentables, pero no logran sostener sus operaciones por no anticiparse a los baches de caja.
En el primer semestre de este año, se negociaron S/ 24,222 millones en factoring, lo que implicó un repunte de 22% frente al 2024: de ese monto, el 66% fue de facturas menores a S/ 10,000. Ello evidencia que “ya no es un recurso exclusivo” de grandes empresas, sino que también de emprendedores, pequeños proveedores y negocios que venden a crédito", explica Martín Santa María, gerente general de Liquidez Capital Perú.
“El flujo de efectivo debe gestionarse con la misma atención que las ventas o los costos”, agrega.
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Jorge Luis Ojeda, docente de la Facultad de Negocios EPE de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), señala que a diferencia de un préstamo bancario convencional, con el factoring se vende una obligación de pago futura para obtener crédito.
“Es vender un activo que no termina afectando tu nivel de endeudamiento ni compromete tus líneas de crédito”, apunta.
¿Cómo ayuda el factoring al flujo de caja?
Al vender a otras empresas con plazos de 30 a 90 días, se asume un riesgo de liquidez que el factoring puede transformar en liquidez inmediata.
Atención con los picos de gasto. Muchos negocios no anticipan los momentos de presión financiera como pagos de gratificaciones, impuestos o compras estacionales. La planificación del flujo mensual de gasto es clave para no quedar estancado.

Ignorar pagos obligatorios. Sunat, EsSalud y otras entidades no perdonan retrasos, aquí es donde el factoring, por su naturaleza inmediata, permite acceder a capital. Multas, intereses y bloqueos pueden complicar una operación si no se gestiona a tiempo.
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¿Créditos informales? Sea por requisito o costo, el financiamiento informal o el crédito bancario no son viables. Ante ello, el factoring representa una alternativa formal que no repercute en el historial financiero.
“Las pequeñas empresas, como viven del día a día, no se endeudan al mismo costo que una corporativa grande. Son estas empresas a las que les conviene este tipo de operaciones porque no descuidarán sus responsabilidades, como el pago de planillas, a proveedores o servicios”, añade Ojeda.
Santa María añade que “vender mucho no garantiza liquidez”, por lo que “no se puede confiar solo en las ventas”. “Muchas veces, la falta de caja termina siendo más letal que un mal trimestre en ventas”, puntualiza.

¿Cuál es el perfil de la empresa que más se beneficia del factoring?
Según Santa María, las pequeñas y microempresas (pymes y mypes) son las que más aprovechan esta herramienta, ya que muchas de ellas no poseen un acceso “tan amplio” al crédito, a diferencia de las grandes compañías, así como a tasas no muy elevadas.
“La evaluación crediticia, en este mecanismo, no recae sobre la pyme, sino sobre el deudor, que suele ser una empresa más grande, mejor calificación crediticia, menor nivel de riesgo y mayor acceso a financiamiento. Las pymes se apalancan en la solidez del adquiriente para obtener liquidez de manera más sencilla y con mejores condiciones”, añadió.
Cabe precisar que hay 6.1 millones de mypes, las que abarcan el 99% del tejido empresarial.

Periodista con más de 5 años de experiencia en la cobertura de coyuntura económica e informes especiales en prensa escrita y digital.