
En una semanas empezarán los primeros desembolsos del octavo retiro extraordinario de AFP. ¿Invertir en instrumentos financieros es una opción? ¿Qué opción se conviene según su edad?
Julio Brayan Saldaña Narro, director de Administración y Finanzas Universidad Autónoma del Perú, resalta que un afiliado joven que retira su AFP cuenta con un horizonte de inversión amplio, lo que le permite asumir riesgo sistemático y buscar mayor rentabilidad ajustada por volatilidad.
Los depósitos a plazo fijo siguen siendo una alternativa clásica para quienes buscan seguridad y bajo riesgo. En la actualidad, varias entidades financieras ofrecen tasas de interés que oscilan entre 4% y 6.5% anual, dependiendo del monto y del plazo.
Otra opción Los fondos mutuos permiten invertir de manera colectiva en distintos instrumentos financieros: bonos, acciones o depósitos administrados por profesionales. Ofrecen mayor potencial de rentabilidad que un plazo fijo, aunque con un nivel de riesgo más alto, y se adaptan a distintos perfiles de inversionista: conservador, moderado o arriesgado.
El mercado bursátil ofrece oportunidades para quienes buscan combinar rentabilidad y diversificación. Una de las estrategias más recomendadas en contextos de incertidumbre es apostar por acciones con pago de dividendos, es decir, aquellas empresas que reparten parte de sus utilidades entre los accionistas de manera periódica.
LEA TAMBIÉN: Octavo retiro de AFP: Medio millón de afiliados cerca de jubilarse quedarían sin pensión
Las opciones para invertir según en rango de edad
“Para los jóvenes, dentro del sistema financiero peruano, están los instrumentos de renta variable y fondos mutuos de perfil agresivo, administrados por SAF supervisadas por la SMV. Estas carteras pueden estar indexadas a índices como el S&P/BVL Perú General o S&P/BVL Select, con exposición a sectores como banca, minería y consumo”, menciona Saldaña Narro.
“Otra opción es invertir directamente en acciones listadas en la Bolsa de Valores de Lima, priorizando emisores con alta capitalización (blue chips). Para perfiles más alternativos, se puede acceder a fondos de inversión privados, factoring fintech y vehículos inmobiliarios institucionales, que asumen riesgo de crédito y liquidez, pero con retornos superiores a los tradicionales”, agrega.
Un afiliado cercano a los 50 años debe priorizar la preservación de capital y la generación de cash flow previsible, buscando una cartera con bajo coeficiente beta, indica el docente. “En este contexto, los instrumentos óptimos dentro del sistema financiero peruano incluyen depósitos a plazo en entidades con alta calificación crediticia, respaldados por el Fondo de Seguro de Depósitos (FSD)”.
También destacan - añade - los fondos mutuos de renta fija soberana o corporativa con perfil conservador, que ofrecen estabilidad frente a la volatilidad del mercado.
“Los bonos soberanos emitidos por el MEF permiten capturar rentabilidad con riesgo país controlado y liquidez en el mercado secundario. Alternativamente, los seguros de renta vitalicia privada brindan flujos garantizados en etapa pre-jubilatoria. Además, los activos inmobiliarios con fines de renta permiten generar ingresos mensuales con riesgo moderado, siempre que se analicen factores como TIR, vacancia y plusvalía esperada”, dijo a Gestión.
LEA TAMBIÉN: ¿Competencia para las AFP?: Estos usuarios podrían mover sus fondos
Los seguros de vida también son una opción. Humberto Lazo, gerente de producto seguros de vida inversión y pensiones de Rímac brindó recomendaciones para los jóvenes y adultos.
· Jóvenes: Entre los 20 y 35 años, los saldos suelen ser menores, pero el horizonte es amplio. El foco es ordenar las finanzas, reducir deudas de consumo y construir disciplina de ahorro; además, empezar a invertir desde esta edad de manera sostenida y accesible, ayuda a construir patrimonio, aprovechando el tiempo a favor.
‘’Por ejemplo, existe una opción accesible para quienes están iniciando, el Seguro Vida Ahorro con Devolución. Permite empezar con aportes bajos, suma cobertura de vida y, al cierre del plazo, ofrece devolución de aportes con hasta 200% sobre el monto aportado. Es un vehículo útil para formar el hábito de ahorro-inversión sin exigir grandes montos”, señala Lazo.

· Adultos: Entre los 35 y 50 años, con mayores responsabilidades (vivienda, educación, salud), la recomendación es equilibrar seguridad y crecimiento. En esta etapa resulta útil proteger el capital frente a riesgos, pero también aprovechar excedentes para diversificar en instrumentos que generen rentabilidad de mediano y largo plazo.
“Hay alternativas que permiten acceder a mercados internacionales tomando en cuenta el perfil de riesgo, logrando así una adecuada diversificación de las inversiones. Asimismo, seguros de vida, para quienes mantienen créditos con la banca, ya que convierten el gasto del seguro de desgravamen obligatorio, en un mecanismo de ahorro con devolución al final de la vigencia del seguro. Estas son alternativas que se ajustan a quienes buscan construir patrimonio y, al mismo tiempo, dar respaldo a su familia”, señaló.
· Cercanos a jubilación: Desde los 50 años, la prioridad pasa por preservar capital y garantizar flujos que complementen la pensión. También cobra relevancia proteger a la familia frente a imprevistos y optimizar decisiones sobre productos vinculados a créditos.
“Hay seguros de Vida Inversión Renta Garantizada, que pueden complementar la pensión con rentas mensuales, semestrales o anuales, estables y la devolución garantizada del capital al vencimiento. Y cuando el afiliado mantiene un crédito, existen opciones que convierten el seguro de desgravamen en un ahorro con retorno”, resaltó Lazo.

Editora digital. Licenciada en Ciencias de la Comunicación, con especialización en periodismo. Experiencia en prensa escrita, digital y TV.








