
La Semana Santa es una época ideal para compartir en familia, viajar o realizar actividades recreativas. Sin embargo, si no se maneja adecuadamente el presupuesto, los gastos pueden desbordarse y afectar las finanzas personales.
Según la Dirección General de Investigación y Estudios en Turismo y Artesanía de Mincetur, en la Semana Santa del 2024, los peruanos que viajaron realizaron un gasto promedio de S/ 514 por persona, destinando estos fondos principalmente al transporte, alimentación, alojamiento y actividades turísticas.
“Es fundamental planificar con anticipación y ser conscientes de nuestros ingresos y gastos para evitar sobre endeudarnos” explicó Manuel Torres, gerente central de negocios de Los Andes.
A continuación, el experto brinda algunos consejos para planificar los gastos en esta temporada festiva:
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- 1. Planifica tu presupuesto
Antes de realizar cualquier gasto, elabora un presupuesto que contemple transporte, alojamiento, alimentación y actividades. Asigna un monto máximo para cada rubro y evita compras impulsivas.
- 2. Aprovecha las ofertas y reservas con anticipación
Si planeas viajar, compara precios y busca promociones en transporte y hospedaje. “Reservar con anticipación puede ayudarte a reducir costos significativos. Asimismo, los Cyber Days del 7 al 10 de abril, pueden ser una buena opción para buscar ofertas y promociones exclusivas”, agrega Torres de Los Andes.
- 3. Controla los gastos hormiga
Las compras pequeñas y recurrentes pueden sumar más de lo que imaginas. Evita gastos innecesarios en snacks, bebidas o souvenirs que pueden desbalancear tu presupuesto.
- 4. Busca planes a tu medida
Los viajes fuera de la ciudad o actividades en familia pueden escapar del presupuesto, buscar planes como salidas de un día, actividades gratuitas en la ciudad u otras opciones con menos planificación pueden ser una opción más accesible en familia o amigos.
- 5. Usa medios de pago inteligentes
Si es posible, utiliza medios de pago electrónicos o tarjetas de débito para llevar un mejor control de tus finanzas y evitar el exceso de efectivo, que puede incentivar el gasto impulsivo.