
El adelanto de pago de facturas o factoring crece en el país, pero aún enfrenta desafíos, sobre todo en las operaciones con instituciones gubernamentales.
Los gobiernos regionales y las municipalidades representan un alto riesgo para quienes invierten en factoring, porque no hay certeza sobre el pago del título valor, reconoció Enrique Orezzoli, director de instrumentos financieros del Ministerio de la Producción.
“Lamentablemente, eso es lo que sucede en el Estado. Por eso, solo el 0.5% del total negociado en facturas corresponde a entidades del Estado, porque todavía no hay una confianza de que los factores (empresas de factoring) puedan comprar (facturas que emiten proveedores) al Estado”, expresó.
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Sostuvo que las entidades públicas son grandes compradoras, aunque todavía hay retrasos en los pagos de facturas. Se necesita una política pública integral para que el Gobierno pueda normalizar este proceso en todas sus áreas, manifestó.
La actividad pública no tiene los procesos adecuados para gestionar el pago a las empresas de factoring, pues la norma no es uniforme para todos, comentó Alejandro Niquen, past presidente de Apefac.
“Con ese desconocimiento, lo que se tiene luego es una factura que fue comprada por una empresa especializada en factoring (al proveedor del Estado), pero que por problemas administrativos termina presentando retrasos en el pago”, advirtió.
Otra barrera que hace riesgoso el factoring con entidades públicas es que si bien la factura negociable es un título valor que, en caso de incobrabilidad, se puede derivar a un proceso único de ejecución ágil, esto no es posible con el Gobierno.
“Con el Estado no funciona porque no se le pueden embargar las cuentas para hacer el cobro”, indicó.
El factoring ha demostrado ser una herramienta transformadora para el financiamiento de las mypes, no obstante, alcanzar una inclusión plena exige un compromiso articulado del Estado, fintech, el sistema financiero y las propias empresas, enfatizó Orezzoli ante la comisión de Producción del Congreso.

Costo
El funcionario también comentó que una dificultad frecuente para las mypes es acceder al crédito, debido a la falta de garantías. Pero con el factoring pueden financiarse y con un costo 50% menor que el de un crédito del sistema financiero, destacó.
La mayoría de sectores de mype utiliza el adelanto de pago de facturas, entre las que destacan, con un porcentaje elevado, las que operan en el rubro de construcción, detalló.
A marzo, más de 16,000 empresas han negociado 481,000 facturas por un monto total de casi S/ 12,000 millones, mencionó Orezzoli.
El especialista lamentó que aún haya resistencia de algunas firmas grandes a la negociación de facturas. “Todavía hay empresas que retrasan la conformidad o rechazan facturas, pero ante la norma (que da un plazo de ocho días para responder y dar conformidad a este comprobante), el proceso se hace un poco más accesible”, expresó.

Mayor regulación en fintech
El factoring sigue mostrando cifras alentadoras de avance en el país, dijo Enrique Orezzoli, de Produce. La mayor competencia en el mercado ha significado más acceso a liquidez para las mypes y que las tasas mejoren, indicó.
Sin embargo, hay algunas fintech que cobran tasas más altas por adelantar el pago de la factura, señaló.
“Quizá es porque están asumiendo más riesgo, pero de todas formas se necesita que exista una mayor regulación”, sostuvo.
Además, hay preocupación por algunos casos de fraude, duplicación de facturas o falsificación de información, detalló.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.