
El Perú continúa adoptando modelos de intercambio de información financiera que permiten brindar un mejor servicio a los consumidores, inicialmente en el mercado de pagos y, próximamente, en el sistema financiero.
El despliegue de la interoperabilidad en el país permitió conectar los diferentes mecanismos digitales de pago, aunque solo representó un impulso normativo en el camino hacia el open banking, una manifestación nominal, dijo a Gestión Jorge Castro, socio de Damma Legal Advisors.
“Hemos visto pequeños experimentos de integración entre entidades bancarias y fintech, generados de forma independiente, aunque no trascendieron. Tenemos a Interbank con Kambista, que duró poco; también está la experiencia de RappiBank o de Alfintech”, mencionó.
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Sin embargo, el Perú ahora está en camino hacia un sistema de open banking u open finance, esquema en el que el usuario puede decidir que los datos que posee su banco sean compartidos con terceros, manifestó Ljubica Vodanovic, founding partner de Vodanovic.
De acuerdo con el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), los bancos concentran y tienen acceso a los datos transaccionales de los clientes, lo que les brinda una ventaja comparativa, por ejemplo, para la personalización de servicios financieros.
Así, el open banking –que promueve el intercambio de datos de los clientes– tiene el potencial para nivelar el campo de juego entre las instituciones financieras establecidas y otros actores como las fintech, refiere.
Regulación
Esta apertura e integración de sistemas se inició con el mercado de pagos, resaltó Vodanovic. “Ahora estamos en la cuarta fase de interoperabilidad y el BCRP ya está trabajando la regulación del open payment, que posiblemente esté lista a fines de este año”, dijo.
No obstante, la SBS recién iniciará trabajos con miras a una implementación del open banking en el país, y está haciendo diversas capacitaciones y mesas de trabajo, precisó.
“Lo que hoy vemos es una especie de open finance de mercado, que son iniciativas privadas para compartir información y ofrecer mejores servicios a los clientes, pero no es un esquema masivo regulado”, acotó.
En tanto, Castro sostuvo que si bien el BCR impulsó la implementación de la interoperabilidad, el open banking no necesariamente sería supervisado por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Es necesario identificar la entidad más apta para regular este esquema, que, por ejemplo, podría ser la autoridad de datos personales, sugirió.
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Sectores
Los especialistas coinciden en señalar que este proceso implica principalmente la participación de las entidades bancarias con las firmas de tecnología financiera (Fintech), aunque una vez instaurado en el país podría abarcar empresas de otros sectores.
Vodanovic consideró que hoy el Perú se encuentra en la fase de pagos instantáneos interoperables –mientras alista la regulación de open payments– y prepara la etapa de open banking, en la que se da un intercambio y aprovechamiento de datos de los clientes con su consentimiento.

Sistemas que seguirán tras la banca abierta
Tras la banca abierta, seguirá el sistema de open finance que comprende a bancos, financieras, compañías de seguro, de inversión y administradoras de fondos de pensiones.
Posteriormente, se alcanzará el open society, que permite contar con datos disponibles sobre los ciudadanos e involucra servicios públicos, de salud, trabajo, gobierno, transporte, entre otros.
Se observará a empresas del sector retail, compañías de electricidad o de gas, firmas que vendan productos de construcción o cementeras, intercambiando información para personalizar el servicio al cliente, detalló Castro.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.